Caminando voy por las calles, aldeas y campos
Busco a quien decirle que en mí hay esperanza
Caminando encuentro aquel joven en la acera tirado,
sin esperanza y con su rostro apagado,
sus brazos mutilados,
y su mirada confundida ya caída
Hijo, hay esperanza; no todo está perdido.
yo puedo sacarte del abismo en el que te has metido.
Si tu en mí crees,
yo a ti te levantaré.
Caminando veo a un anciano triste,
solo en una casa humilde.
Su familia de él se ha olvidado;
lágrimas corren por su rostro ya arrugado
de tantos años que sólo ha pasado.
Hijo, hay esperanza; si en mí tú confías,
yo sere tu compañía,
y nunca más,
te sentirás solo en tu vida.