lunes, 22 de octubre de 2018

El prudente y el insensato

Para Reflexionar...


Mateo 7;24-27


24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
27 y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.


Cuando el hombre escucha las palabras de Dios y las pone por obra Jesús le compara con un hombre prudente que edifica su casa sobre la roca y al llegar los vientos y las corrientes no es derrumbada. En cambio, cuando el hombre no escucha sus palabras, ni es hacedor de la misma, Jesús le compara con un hombre insensato que edificó su casa en la arena y al venir los vientos y las corrientes de agua se derrumbó. 


Una persona prudente es aquella que piensa acerca de los posibles riesgos que conllevan ciertos acontecimientos y modifica la conducta para no recibir perjuicios innecesarios. En cambio una persona insensata no es prudente y actúa de manera inmadura tomando decisiones apresuradas.

Jesús nos exhorta a ser prudentes y no insensatos, escuchando y obedeciendo lo que él nos ha enseñado mediante su palabra.


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