sábado, 6 de agosto de 2016

Confía en medio de la tormenta.

Para reflexionar...


Mateo 8:23-27

Luego subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. De repente, se levantó en el lago una tormenta tan fuerte que las olas inundaban la barca. Pero Jesús estaba dormido.   Los discípulos fueron a despertarlo.

- ¡Señor - dijeron - , sálvanos, que nos vamos a ahogar!            

- Hombres de poca fe - les contestó - , ¿por qué tenéis tanto miedo?

Entonces se levantó y reprendió a los vientos y a las olas, y todo quedó completamente tranquilo. Los discípulos no salían de su asombro, y decían: "¿Qué clase de hombre es éste, que hasta los vientos y las olas le obedecen?"


Cuando atravesamos por una tormenta, aún con el Señor, en ocasiones dudamos y pensamos que Dios tan solo duerme porque no interviene justo como quisiéramos, pero tan solo él se encuentra esperando el momento adecuado para hacerlo. Dios siempre está presente en las tormentas. Dios no permitirá que los relámpagos den más descargas, ni las nubes más agua, ni el viento soplar más fuerte del que él autorice. Solo debemos tener fe, la seguridad de que Dios está presente y va a intervenir en su momento.

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